domingo, 28 de mayo de 2017

triste melodía.

en mi escala de do mayor
no hay sol desde que te fuiste,
hay un arpegio incompleto que,
al igual que ninguna canción,
jamás sonará igual.
do-mingo
re-cuerdo
mi-tades
fa-llos
sol-edad
lá-grimas
si-lencio
do-mingo
[otra vez]
en cada sueño resuenas,
en cada estrofa te leo,
en cada melodía te veo,
en cada mar me tocas.
busco tu cara entre una multitud dispersa,
cambio rostros de chicas que pasan deprisa,
imagino que vienes cuando espero bajo alguna repisa,
escucho tras mis chistes de fondo tu risa...
y es que a veces es difícil no pensar
que yo sigo adelante
mientras tú flotas en el mar;
a veces es triste imaginar
que podrías haber estado pero ya no estás.
                                                                                   A.

lunes, 1 de mayo de 2017

La historia de una niña voladora.

Una niña de cabellos castaños
que viajaba sin salir de casa,
que soñaba con días lejanos
donde no tendría miedo de nada.

Una niña como cualquier otra
que solo quería jugar,
una niña como cualquier otra
que solo buscaba volar.

En un mundo donde
no le dejan salir sola,
que solo quieren que estudie,
delicada como una rosa.

¿Por qué, mamá,
si yo quiero ser astronauta,
futbolista,
luchadora?

Ojos caídos y ceño fruncido,
la niña que miraba por la ventana,
y que desde su rincón escondido
buscaba una forma de traspasarla.

Una niña como cualquier otra
que solo quería jugar,
una niña como cualquier otra
que solo buscaba volar.

Rompe el cristal, pequeña,
escapa de esa jaula
que disfrazada de cigüeña
no te deja volar.

Y lo hizo, señores, lo consiguió,
la niña la rompió y escapó,
y se convirtió en astronauta,
futbolista, guerrera…

No sé exactamente qué fue de ella,
pero sí que sé que viajó,
soñó estando despierta
y a ningún extraño le temió
                                   [nunca más]

Una niña como cualquier otra
que solo quería jugar,
una niña como cualquier otra
que solo buscaba volar.



                                                   A.

lunes, 6 de febrero de 2017

el pétalo de la margarita.

en la orilla una margarita
contempla la marea,
y a veces grita.

grita deseando entrar
impulsada por una ola
con la fuerza del mar.

hace tiempo perdió un petalo,
más bien se fue,
y ahora que solo queda su halo
                                     [lo añora]
notando el vacío,
la distancia,
notando el hastío,
de una vida deshojada.

y es que ella solo es una flor
con un poco menos de sí,
sin una parte de su corazón,
sin una parte de su sonreír.

pero al final el mar,
con su infinita inmensidad,
le acoge entre algas,
y rocas,
y olas,
y le hace reflexionar.

que aunque el vacío quede,
aunque no sea leve,
una flor es una flor,
y al fin y al cabo,
hay que sobrellevar
lo que un día el viento se llevó.

porque por cada pétalo perdido
la vida te regala tres más,
que aunque no llenen su vacío,
te ayudarán a superar.



próximamente en: https://www.youtube.com/channel/UCtm0zOZGeeq28hNHLkOwFUg

sábado, 14 de enero de 2017

fotofobia.

Cada hora, cada segundo, cada rayo.
Espanto, sufrimiento y horror.
No podía con ella misma,
no sabía vivir con el estupor,
de una mirada vacía,
que tan solo le producía dolor.


- fotofobia.



miércoles, 4 de enero de 2017

oda al enamorado.

Dile que está preciosa
cuando sonríe,
cuando es fuerte,
cuando no te necesita
pero aun así te busca.

Dile que es bonita,
así, tal cual,
como también es bonita
su forma de luchar,
de conversar,
de leer, escribir,
pintar,
incluso andar...

Dile,
aunque no le haga falta,
que es guapa,
cuando está enferma,
o recién despierta,
o se va de fiesta...
qué más da,
es guapa siempre,
así que díselo.

Pero sobretodo,
que no tenga
que venir yo a decirte
que le digas que le quieres,
no para ti,
sino para sí misma,
le quieres independiente y fuerte,
y tú a su lado.

Basta ya de apropiarnos de lo que no es nuestro, de lo que no es de nadie, excepto de sí mismo. Basta ya de querer dominar el mundo, ¡que nos domine él, joder!

domingo, 11 de diciembre de 2016

Atefobia.

atefobia o autofobia, 
convertidos en sinónimos una vez que te vas,
porque no hay más miedica que yo,
y no hay Roma que se me compare
cuando por dentro me convierto en un simple desastre.

porque creo que ya no tengo autofobia,
sino fobia a ella,
porque temo tener miedo,
pero más temo a mi temiendo, 
el no temer jamás.

no se puede controlar lo que el corazón quiere,
pero tampoco lo que el cerebro dice,
menuda vida pues,
uno diciendo que le eche sal,
y el otro que me eche yo.
vivir sobre la marcha o decidir-te,
que incluso para saberlo hay que decidirse.

decidir-te.

suena Fito y entre líneas te escondes,
y te escucho en los acordes,
y me escondo como acuerdo,
para sonar y que me escuches.

atefobia o autofobia, 
convertidos en sinónimos una vez que me pierdo.
entre acordes de canciones,
entre decisiones.

A.

domingo, 25 de septiembre de 2016

abrazos

he visto abrazos
que sonaban a felicidad,
a llantos,
a me alegro de verte,
a golpes con la mano.

he visto abrazos
que olían a disculpas,
a te he echado de menos,
a no me sueltes nunca.

he visto abrazos
que decían de todo
sin apenas decir nada,
tan solo recuerdos
en medio de una emboscada
del pasado al futuro,
sin reacción esperada.

abrazos por compromiso,
abrazos que más que pedidos
son necesitados.
abrazos que te hacen olvidar
dónde estás
o incluso cómo respirar.

abrazos en busca de una salida,
una respuesta,
o quizá la pregunta.

abrazos, abrazos,
abrazos...

y después vienes tú,
con tus abrazos
que suenan a tierra,
huelen a prados,
y saben a-mar;
que haces que cada parte de mi
desee no separarse de ti,
jamás.